mis almas

jueves, 14 de julio de 2011

la fuera del amor cap 5


Capitulo cinco 
El corazón de Elizabeth latió con violencia al haber escuchado esas palabras,  Elizabeth lo quedo mirando era alrededor de cinco centímetros mayor que ella.

-     Pero tendrá que dejarlo ir, mi madre ya se lo dijo, yo no puedo casa… en cambio mi hermana.
-     pero ¿Qué tiene que ver su hermana aquí?- pregunto desconcertado.
-     Jajá- Elizabeth se rió sin ganas- ¿Acaso no se dio cuenta? Mi hermana babea por usted, y mi madre alucina por que ella pasee de su brazo.
-     Pero… pero ¡eso es un absurdo! ¿y ella cree que lo voy a aceptar?- los ojos de Eduardo centellaron. Se acerco mas para tomar la cintura de Elizabeth- eres tu la que me gusta, eres tu la que me vuelve loco, tu pelo, tus ojos, tus mejillas sonrojadas, tus labios Elizabeth se estremeció al sentir como Eduardo separaba sus labios con sus dedos. Tu voz, tu personalidad, tanto tu coraje como tu vulnerabilidad.

Elizabeth estaba tan impresionada que no lograba decir ninguna palabra. Pero nuevamente la amenaza de su madre torturo su cordura.

-     Mi hermana lo quiere, y yo no me meteré en ello, le dejare el camino libre.
-     pero no creo que ella este interesada en mi, además creo que debería estar furiosa, por que su madre intenta manejarle la vida de esa forma… además aunque usted no exista yo ni en pesadillas podría tener algún asunto amoroso con ella- termino gimiendo y recordando la horrorosa sonrisa.
-     ella esta interesada en usted y mi madre quiere verlos casados, le puedo asegurar de que no descansara hasta lograrlo.
-     ¡No! Esto es… es enfermizo. Yo no me casare con ella, nunca jamás… la única que me interesa es usted ¿Qué puedo hacer para hacerla entender?

Elizabeth en vez de decir algo vio que Eduardo iba acercando su rostro al de ella y a su vez su corazón respondía enloquecido.
A Eduardo también se le empezó a acelerar su corazón junto al de Elizabeth en ese momento sus corazones estaban tan sincronizados que parecían como si estuvieran cantando una danza de amor. Eduardo alcanzo un mechón de pelo que estaba libremente balanceándose sobre la cabeza de Elizabeth y se lo deposito detrás de la oreja. Elizabeth estaba a punto de desmayarse pero antes de que esto pasara Eduardo se acerco tanto que tubo los labios carnosos de Elizabeth a un solo centímetro de los suyos el vacilo, pero al fin presiono sus labios contra los de ella suavemente. Menos mal un minuto más y Rosalie se hubiera desmayado. En el preciso momento en que se encontraron sus labios, la sangre debajo de ellos hervía violentamente pero sin embargo Eduardo la beso con ternura con una pasión que no quemaba Elizabeth se dejo llevar por un momento. Olvido todo y todos solo le importaba que en ese momento ella podía disgustar el dulce sabor de sus labios y recordaba todos los consejos que le habían dado mama luisa y Fernanda
Te acuerdas lo que hablamos recién, ya… no quiero que suceda  - Tienes que luchar por aquello.
Y gracias a esas palabras sus labios buscaron con amor el lugar entre los labios de Eduardo se besaron un largo momento con el corazón de ambos en las manos. Pero sintieron que alguien se aclarara la garganta se separaron en un instante con el miedo escrito en los ojos sobre todo
En los de Elizabeth Eduardo tenia miedo, si, pero por lo que le podía pasar a su princesa no por el, pero Elizabeth se relajo y a la vez Eduardo, era Fernanda que los miraba con alegria, se podía ver que la excitación retumbaba en sus ojos.

-     disculpen por interrumpir un momento tan lindo en sus vidas… pero Elizabeth mama va a despertar dentro de poco tiene que tomarse la pastilla

De pronto los tres miraron hacia la casa y se encendió la luz de la recamara de doña victoria. Fernanda saco la
Mano de Eduardo de la cintura de su hermana con un
-     con permiso- Elizabeth rió nerviosamente y Fernanda jalo de ella para que se fueran Eduardo se rió entre dientes y le dijo
-     mañana te espero aquí al anochecer cuando su mama se acueste.
-     si claro, claro, aquí estará – respondió Fernanda por ella-  ¡pero ya vámonos Elizabeth! Mama nos va a matar si no estamos en casa.

Se apresuraron a entrar y corrieron hacia el cuarto de Elizabeth y se encerraron en el. De pronto a las dos les dio un ataque de risa saltando como niñas chiquitas. Fernanda no paraba de felicitar a su hermanita diciéndole que hacían una pareja preciosa y le exigió que le contara paso a paso como llegaron a besarse. Elizabeth le contó detalle con detalle todo lo que había pasado. pero de un momento llego el silencio y la cara de tristeza de Elizabeth no se la quitaba nadie. Sabia perfectamente que después de ese beso todo había cambiado no podría olvidarlo y la atormentaría por el resto de su vida sabia que esa cosa tan intensa que sentía por el, aquello que no se sentía capaz de describir era imposible. Pero no lo podía resistir ya estaba condenada a la pasión y el amor de Eduardo, todo esto se lo dijo a Fernanda ya acostadas, era tanto lo que tenían que decirse que Fernanda se quedo a dormir con ella, la sonrisa de excitación había desaparecido del rostro de Fernanda, era como si estuvieran sincronizadas la tristeza de Elizabeth era la de ella y viceversa pero antes de que Fernanda dijera palabras de aliento para que siguiera adelante sin importar lo que sucediera. Se sintió unos pasos por el pasillo a dirección de la habitación de Elizabeth supieron de inmediato de quien se trataba, se encogieron de una forma inmediata y se hicieron las que dormían profundamente. Doña victoria se asomo por la puerta y al ver a las dos “dormidas” se fue a acostar esto lo hacia todas las noches lo hacia después de tomarse su pastilla.
A penas doña victoria cerro la puerta a sus espaldas, las dos hermanas se destaparon con otro ataque de risas, pero no duro mucho ya que Fernanda era muy buena para dormir, y en cosa de segundos callo en un sueño cálido.
En cambio Elizabeth seguía pensando en los pros y los contras de aquella situación, en el fondo bien en el fondo, sentía, sabia que no podía zafarse de Eduardo, además ¿Qué le podría hacer su madre que no le hubiese hecho ya? ¿echarla de la casa? eso nunca pasaría, su madre vivía mucho del que dirán como para hacer semejante cosa… por lo tanto, ya basta de confusiones, jugaría hasta donde creería que podría jugar, lejos de su madre y de su hermana, una cosa es que no pueda casarse y otra es que no pueda conocer el amor.
En la mañana cuando despertó, tenia una confusión inmensa en la cabeza, por un momento pensó en la descorsentante pesadilla o tal vez en el sueño, depende del punto de vista de la persona, se sentó en la cama como hacia en todas las mañanas, y estiro su cuerpo se dispuso a pararse y giro la cabeza al ropero ¿Qué se podría hoy?
¿A quien le importaba? vio a Fernanda en su cama durmiendo, de pronto llegaron a la mente todas las imágenes y palabras del día anterior, que había confundido por un sueño, la cabeza le dio vueltas
-     ¡¡dios santísimo!! ¡¿Qué hice?!- Fernanda estaba dormida y gracias a los gritos de Elizabeth se despertó de un salto toda  desorientada
-     ¡¿estas loca?! ¡vas a despertar a mama! ¡¿Qué te pasa?!

Elizabeth se tapo la boca con la mano y se dirigió a donde su hermana se sentó junto a ella y entre cuchicheos le dijo avergonzada.

-     Bese a un chico.

Dijo con una nota de incredulidad en la voz. Una sonrisa picara apareció en el rostro de Fernanda

-     si ¿y…?
-     ¿Cómo y…? mama me va a matar
-     Si, a un chico hermosísimo que te adora y daría lo que fuera por estar con tigo deberías estar contenta

Elizabeth se relajo y la alegría le lleno los ojos, abrazo fuertemente a su hermana se vistió y se apresuro a salir a
La cocina a contarle lo que había pasado a su mama.

-     no dejes que nadie te arruine esta felicidad, es tuya solo tuya y defiéndela con uñas y dientes para que nadie te la arrebate.
-     No estoy segura de eso, presiento que en cualquier momento voy a despertar del sueño a la realidad, tengo tantas cosas en la mente y estoy preocupada por Fernanda
-     ¿por Fernanda?
-     Si mamá, acuérdese que como ahí un destino fijo para la mayor de sus hijas ahí uno para la menor aunque sea por minutos Fernanda es la mas pequeña  y apuesto lo que sea que mi madre no lo ha olvidado
-     ¡¡claro!! Se me había olvidado, ella tiene que casarse antes de los 15 años
-     ¡¡extracto!! Y por lo que he visto nadie se ha acercado a pedir su mano eso significa…
-     …Que si en una semana no llega un pretendiente se lo tendrá que elegir victoria

Aterradas se miraron no pudieron seguir con la practica ya que doña victoria entro a la habitación

-     ¡que tanto hablan! ¡Por que no esta lista la comida! Y tu por que no le ayudas a luisa siéntate a trabajar.
-     Si, madre

Elizabeth pensó que doña victoria se iba a ir pero no, como si sospechara se quedo ahí hasta que estuvo lista la comida.
Doña victoria pensaba que algo iba mal, pero no sabia muy bien en que, obvio se trataba de Elizabeth, tenia un brillo desquiciado en los ojos, y eso la inquietaba a sobremanera, por lo tanto no la dejo sola ni siquiera un minuto al día. Luego que estuvo listo el almuerzo, le ordeno que la bañara. Elizabeth pasaba por el humillante hecho de tener que bañar a su madre, ese era su trabajo y lo tendría que hacer hasta el fin de sus días. Luego de esto pasaron al comedor a comer, después la mando a lavar los platos sin quitarle los ojos de encima, pero Elizabeth no se complicaba mientras refregaba los plato sonreía solo de pensar que faltaban unas cuantas horas para encontrarse con Eduardo pero aun así se le hacia muy lejano, después de esto Elizabeth  siguió haciendo lo mismo de todos los días, después de lavar los plato, se pone a planchar la ropa, alimentar a los animales, le ayudaba a su mama luisa a preparar la once, luego se disponía a su habitación a tejer, leer o hacer lo que quisiera hasta que Gertrudis le iba a avisar que la once estaba servida.

¿QUE LES PARECIO? AMM ?? ESTA MUY LARGO CHICAS SI ES MUY
LARGO ME LO DICEN Y LO HAGO MAS CORTO
NO IMPORTA.... BUENO LAS DEJO Y ESPERO LO AYAN DISFRUTADO
LAS QUIERO.... KISSES

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es una historia muy linda, me encanto el beso, solo espero que elizabeth no se por vencida...

cullen dijo...

esta fenomenal amiga,no es largo para nada,esta en su punto.
esta historia esta bellisima,ojala que eduardo y elisabhet puedan ser felices juntos.

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